Monday, September 04, 2006

Don Juan, Doña Juana e Internet

Historia del desamor


¿Qué te ha parecido la poesía de Ramón de Campoamor, querido tío?
Después de la sonrisa que produce el hecho de contemplar la “miseria humana”, no he podido dejar de considerar las consecuencias. Me refiero al poema en dos cantos titulado “Don Juan”.
Es interesante saber que Zorilla y su “Don Juan Tenorio” son coetáneos de Ramón de Campoamor. Mientras Zorrilla escribe una obra dramática en verso (dividida en dos partes, con cuatro actos en la primera y tres en las segunda), Ramón de Campoamor escribe un poema en dos cantos. Pero, a pesar de las diferencias en cuanto a la longitud de la obra, la temática que ambos eligen es la misma: un hombre (hoy podría ser una Doña Juana) que busca el placer de la conquista amorosa como único aliciente en la vida.
En el caso del poema de Ramón de Campoamor, Don Juan, que descubre su realidad del paso del tiempo frente al espejo, no quiere renunciar a su hábito de conquistador. Así recurre a lo que pudiere quedar de sus atrevimientos pasados:

y como hombre colmado
de cien felicidades por lo menos,
siendo, cual buen galán afortunado,
falaz despreciador que dice amores,
por quedar como bueno entre los buenos
se quiso despedir con cuatro flores
de algunas, cuyos nombres no ha olvidado;
e, hilvanando recuerdos mal cosidos,
con poca fe y escaso sentimiento…

… y escribió cinco cartas
a otras cinco hermosuras,
todas bellas, ardientes y maduras,
nunca de amor aunque de amantes hartas:
“Deja (aquí el nombre) que en mi triste estancia
recordándote llore;
que te vea a mil leguas de distancia;
que me postre a tus pies y que te adore.

El poema termina con la muerte de Don Juan: a sus años ya no resiste la batalla amorosa a la que se somete, pues una de aquellas cinco “damas” corre a su lado solícita.
Nada dice el poema de tantos corazones rotos, de tanta deslealtad, de tanta infidelidad como habrá Don Juan, sin duda, esparcido entre sus conocidos. Ni siquiera del dolor que posiblemente hubiese causado en el corazón de algún esposo. No habla de matrimonios deshechos ni de hijos nacidos “fuera de contexto”.
¿Qué fácil lo tendría Don Juan –o Doña Juana- hoy día en Internet?
Y tú sonríes con malicia y me pides que te explique lo que es eso de Internet.

El sobrino de Atilano Nicolás

1 comment:

frid said...

Magnífica foto para ilustrar el artículo que yo titularía "las ataduras de un viejo verde", con perdón. Un señor que se ata al amor gentil dándose cuenta que es un amor vacío. Y lleno de nada se enfrenta al dilema de seguir con la farsa... "y ya es demasiado mayor para ello", muriendo de impotencia.
El artificio de la borrachera parece alegría pero agota alma y cuerpo.